Castilla-La Mancha mantiene el cierre perimetral y adelanta el toque de queda a las 23 horas entre el 26 de marzo y el 9 de abril

Entre los días 26 de marzo y 9 de abril, coincidiendo con el periodo de Semana Santa, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha va a mantener el cierre perimetral de la región y adelanta el toque de queda a las 23 horas, tal y como se establece en el acuerdo adoptado este miércoles, 10 de marzo, por el Consejo Interterritorial de Salud.El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha explicado, tras el consejo de gobierno extraordinario de este jueves en el que se han adoptado las medidas para la región, que se ha optado por "un decreto de mínimos", en relación con el acuerdo del Consejo Interterritorial. El jefe del ejecutivo regional ha destacado la importancia de actuar de manera coordinada "para combatir todos en la recta final de la pandemia".Durante este periodo -entre el 26 de marzo y el 9 de abril-, los establecimientos de hostelería podrán mantener sus puertas abiertas hasta el toque de queda, aunque los clientes deberán estar en su domicilio a las 23 horas como límite, tal y como ha detallado el consejero de Sanidad, Jesús Fernández, que ha insistido en la necesidad de acotar la movilidad para evitar un repunte de contagios por COVID-19. El número máximo de personas por mesa en el interior los establecimientos de hostelería se establece en 4; en espacios exteriores, podrán coincidir 6 comensales. En el caso de convivientes, no se aplicarán estos límites. La Junta recomienda que los encuentros en domicilios se limiten a las personas convivientes.García-Page ha anunciado que tras la Semana Santa, se evaluará la necesidad de mantener la perimetración en Castilla-La Mancha como medida de contención del virus.